miércoles, 29 de mayo de 2019

VALERA


Que todos los caminos llegan a Roma es lo que nos dice el dicho, pero que antes pasan por Valeria es lo que nos aventuramos a descubrir este pasado sábado, con el animo de seguir con nuestro plan de entrenamiento, específicamente preparado y diseñado por el autor también de esta ruta, nos dimos cita en el lugar de costumbre y a la hora acordada nuevamente la mitad del club.
Con el ánimo totalmente renovado debido a esta nueva aventura y después de unos pequeños retoques sobre nuestras monturas salimos por los caminos de la Estrella dirección a Ballesteros, aventurándonos por los caminos de Olmedilla de Arcas afrontamos la primera rampa del día y que nos situó por los altos de Tórtola, descendimos al pueblo y tras reponer agua en nuestros bidones, siguiendo las indicaciones de Mora secundadas por Chema, que se estrenaba en la tarea de seguir el track de la ruta con esto de los gps, atravesando pistas llegamos a la carretera que nos llevaría a nuestro lugar de destino.

Pero una vez mas alcanzado el alto del Noguerón, el track confeccionado por nuestro compañero nos introducía de nuevo por mas pistas, y después de alguna salida y entrada a la carretera, con también alguna que otra subida y mientras que divagábamos sobre el nombre del pueblo que se veía en la lontananza, sin apenas darnos cuenta nos encontramos con Valeria.

Tras inmortalizar nuestra visita en la plaza de la villa, decidimos el aprovechar el viaje y acercarnos a visitar sus famosas ruinas, pero ya advertidos por nuestro Lidel nuestra desilusión se hizo presente al encontrarnos la entrada cerrada, pasamos adentro después de comprobar que la puerta estaba abierta, pero vimos que hacia nosotros se dirigía la persona encargada del cobro de la entrada, aún así nos permitió el asomarnos a las vistas de la mismas.

Abandonamos Valeria para bajar a Valera destino y punto de retorno de la ruta de hoy, descendimos por carretera para aventurarnos por toda la hoz del rio Gritos, ya al inicio de la misma nos adentramos por la pista que nos lleva a las ruinas de nuevo, y después de cruzar el río, coger la senda que nos lleva a Valera, Bucólicos e inéditos parajes para nuestros compañeros Mora y Chema, decir que la senda se encuentra algo ofuscada, claro esta debido a la exuberante vegetación propiciada por las últimas lluvias.

Después de un ligero percance por parte de nuestro Lidel llegamos a Valera, donde repusimos fuerzas en el bar lo Arcos, cuatro montados, los cuatro iguales, regados con algunos tercios, cafés y el ya consabido carajillo.

Satisfechos nuestros estómagos, tocaba en reiniciar el camino de vuelta, enseguida dimos con la pista por la que rodar, con un bajo ritmo afrontamos la subida que nos llevo de nuevo al alto de las hoces, en esta ocasión por el lado opuesto por donde en la mañana habíamos transitado, despojados de parte de nuestras ropas y con un fácil rodar, sin apenas darnos cuenta llegamos al pueblo de Parra de las Vegas, en el que no vimos vida human ni animal como resaltó Chema, fotos en la plaza y continuamos viaje, adentrándonos en sus pinares nos toco el subir algún que otro repecho con pendientes más que considerables, y después de una pronunciada bajada llegar con nuestras maquinas a Valdeganga, donde fuimos muy bien recibidos e invitados a que hiciésemos una breve parada en la plaza del pueblo y paliar los efectos del calor con algún refrigerio por los lugareños que allí se encontraban, todos autóctonos, excepto Ani, Angi, no recuerdo su nombre, quien fue la que mas nos animaba.

Abandonamos Valdeganga donde nada más salir del pueblo ya dimos con una dura subida y que poco a poco fuimos conquistando para llegar al punto donde coincidíamos con el camino andado por la mañana y llegando a Olmedilla de Arcas, decidir el acercarnos a Arcas y por el camino del punto limpio llegar al final de la ruta.

En total fueron unos 94 Km. con cerca de unos 1400 m. de desnivel, como ya nos predijo el autor de la ruta y que resulto ser del agrado del grupo y que se desarrollo a ritmo Beteta, con la que ponemos fin a nuestra particular preparación.



sábado, 25 de mayo de 2019

lunes, 20 de mayo de 2019

4 PICOS

Continuando con nuestro especifico plan de entrenamiento diseñado por nuestro particular “personal trainer” y siguiendo sus continuas indicaciones, este sábado tal y como nos adelanto el día anterior, aunque el tiempo fuera algo fresco no tardaríamos en calentarnos.

En esta ocasión solo nos dimos cita Mora, nuestro Lidel y este que suscribe, solventado un pequeños contratiempo con el soporte del gps de nuestro “coach”emprendimos la ruta designada, nos dirigimos por carretera a Palomera para afrontar la que iba a ser la primera tachuela del día, llegados al pueblo y sin tener que parar para recoger agua en su fuente proseguimos nuestra marcha por la pista que nos lleva a las primeras rampas del “Mortirolo”.

Una vez llegados a la cima seguimos nuestra marcha para paralelamente descender hasta el cauce del arroyo que nos deja a los pies de la segunda ascensión de la jornada, al igual que en su predecesora, ascendimos a un ritmo constante y continuo que nos hizo llevadera la subida.

Alcanzamos el mirador del Ceño y sin parar continuamos hacía Buenache, nuevo descenso y volvemos a moderar nuestro ritmo para afrontar el tercer pico a ascender, en esta ocasión al alto de la Nava, ya durante la subida y como es tradición en este club, la ruta prevista sufrió una pequeña modificación, pues decidimos variar nuestro itinerario, cambiamos el bajar a Valdecabras y subir nuestra cuarta colina por el camino de las antenas, por el continuar desde el alto de la Nava hasta la finca de la Heredad, bajar al arroyo Bonilla y desde allí subir a la antenas.

Así es como se desarrollo la etapa del día, pero como nuestro compañero Mora se encuentra en un fantástico momento de forma y parece ser que no tiene hartura en esto de devorar kilómetros, nos condujo por la ruta turística para llegar de nuevo a nuestra ciudad.


En total salieron un total de 75 kms. con un desnivel positivo de alrededor de unos 1300 metros.

martes, 14 de mayo de 2019

VÍA VERDE OJOS NEGROS


Este sábado se producía el extraordinario hecho de que la salida oficial venía a conmemorar el décimo aniversario de este club al que pertenecemos, resaltar que no pudimos asistir la totalidad de los miembros por diversas causas o razones, pero los que allí fuimos los tuvimos presentes.

Comenzaba la jornada con un más que considerable madrugón para llegar a una hora prudencial al punto de salida. Puntuales acudimos, inquietos y con el gusanillo de saber que la gesta que íbamos a realizar era importante.

Tras enganchar el carro al vehículo en cuestión y acoplados y acomodados en los sillones de la “furgo” partimos dirección a Teruel, intentando echar alguna que otra cabezadita y con algún que otro comentario llegamos a nuestro destino y punto de salida, comprando que sí, Teruel existe, pero la ciudad duerme y no existe ningún lugar donde poder tomar un café hasta las 9 de la mañana, según los comentarios o apreciaciones de un lugareño.

Una vez debidamente uniformados y provistos de los enseres que considerábamos imprescindibles, nos despedimos de Alejandro y nos dispusimos a comenzar nuestra aventura, como siempre y de costumbre con las primeras pedaladas aparecieron las primeras imprecisiones de las ya consabidas frases “vamos en el track”, dudas, incertidumbres, despistes, pero al final todo sale y acertamos con el camino a seguir, comenzando a subir leves rampas por un pinar aledaño al parking desde donde salimos y sin darnos cuenta y como el que no quiere la cosa nos presentamos en el inicio del Camino Natural de la Vía Verde “Ojos Negros” Teruel Sagunto.

Señalar que nosotros tomamos el inicio de la misma a su paso por Teruel, ya que esta tiene su inicio unos 30 Kms antes, en la cantera dónde extraían el material para su posterior traslado a Sagunto. Después de las fotos en el lugar de inicio de la vía, al cual repito llegamos sin darnos apenas cuenta de la ascensión que al él nos acercó, comenzamos a transitar por ella paralelos a la vía del ferrocarril y a la autovía Mudéjar, decir que la vía esta asfaltada aunque con algo de grava suelta, pero donde el rodar se hace fácil y apenas reviste peligrosidad, salvo en los cruces con algunos caminos o carreteras y si se circula algo despistado se puede tener algún percance con los postes o piedras que señalizan la delímitacion de los mismos.

Atravesando algunos viaductos y transitando por en medio de varios “toboganes” nos presentamos antes los primeros túneles que nos acercaban a la localidad de Sarrión, más viaductos, túneles y nos presentamos en Albentosa continuando marcha hasta llegar a Barracas, lugar donde Alejandro nos estaba esperando, ya que habíamos quedado con él allí para almorzar y reponer fuerzas tras los primeros 80 kms rodados.

Ya repuestas las fuerzas tocaba el aligerarnos de nuestras vestimentas, ya comenzaban a sobrarnos algunas prendas pues la temperatura ascendía y el calor ya empezaba a hacer acto de presencia, un poco de bronceador gentileza de Mora y reanudamos nuestra marcha, acordando con Alejandro el vernos ya en el lugar de destino final para que nos condujese al lugar donde nos dieran de comer al llegar al final de la etapa de hoy.

Vuelta a la vía y con los estómagos llenos emprendimos la marcha con algún que otro cántico y acelerando la marcha poco a poco llegamos a Caudíel y posteriormente Jérica, durante este trayecto ya se notaba que nos estábamos adentrando de lleno en tierras de la comunidad Valenciana, el camino cambiaba y de los pinos que nos acompañaban a lo largo del camino inicial pasamos a los huertos de frutales tales como naranjos, algún que otro olivar, almendros, etc., al igual que édor que emanaban del abono de los huertos.

En Jérica hicimos un breve parón para rellenar nuestros bidones de agua y con alguna pequeña deliberación sobre si tomábamos alguna cervecita en la sombra de la piscina y comprobar de nuevo la pericia de nuestro compañero Willy en sus típicos saltos, algo que sera propio de su genética, el grupo decidió continuar la marcha, pasando por los aledaños del pantano del Regajo continuamos descendiendo hacia el pueblo de Navajas y tras inmortalizarnos en los ya últimos túneles antes de llegar a la localidad de Altura, aumentar la velocidad y continuar con la marcha, a partir de aquí nos quedamos sin dos de los gps que llevábamos y solamente contábamos con el de nuestro Lidel, pero el de este decidió quedarse “pillado”, llegamos hasta el final de la vía verde y mientras que nuestro Lidel y Mora deliberaban el camino a seguir, el resto del grupo nos deleitábamos con el fruto de los nísperos que allí se encontraban.
Al final la decisión fue la continuar por carretera hasta llegar a Torres Torres y siguiendo las pocas indicaciones de algún lugareño y el camino que nos indicaba nuestro Lidel junto a su resucitado gps, tras varias vueltas cruzando y bordeando varias rotondas llegar hasta la playa y destino final de Sagunto.

En total 155 kilómetros casi en su totalidad de un cómodo y continuo descenso, con un peculiar sonido, pues parece que íbamos todo el rato explotando “peta-zetas”, al final se hace algo largo, resaltar que a lo largo del recorrido no vimos muchas personas, más por tierras valencianas, cabe resaltar al numeroso grupo de ciclistas que nos encontramos antes de llegar a Barracas y que se encontraban ya entrados en edad y kilos y que al parecer tenían algún que otro problema estomacal.

Extraordinaria jornada en la que afortunadamente no tuvimos que lamentar ningún tipo de percance mecánico, caídas o cualquier tipo de contratiempo que nos hubiera hecho retrasar nuestra llegada.

Agradecer mediante estas palabras a todas aquellas personas que siendo compañeros nuestros, o no, nos han, o hemos acompañado en tantas salidas como hemos realizado en esta década de existencia. Quien nos lo iba a decir en nuestros inicios.
Esperemos que este club goce de un larga, divertida y aventurera existencia.


Gracias por vuestra compañía.

lunes, 13 de mayo de 2019

miércoles, 8 de mayo de 2019

EXTRAORDINARIA TALAYUELO

Después de la controversia suscitada por las salidas extraordinarias, y consultando a los juristas del club, se da por valida y puntuable esta ruta.
A las 9 horas concentración del grupo en el lugar de salida, con un observador verificando el cumplimento de los acuerdos establecidos, y con la grata sorpresa de la nueva bicicleta de nuestro compañero Chema (¡vaya cambio ehhh!) que deseamos disfrute muchos años.
Iniciamos ruta dirección La Estrella, Ballesteros, Olmedilla de Arcas, carretera de Tórtola, cerro de la Mina, Villar del Saz de Arcas y el Talayuelo.
Descanso preceptivo para recuperar fuerzas y, posteriormente nuestro querido Lidel nos guío por un variado numero de sendas, del agrado de nuestros expertos, para llegar a Mohorte, posteriormente La Melgosa y Cuenca, donde finalizó la ruta después de 44 agradables kms.

EXTRAORDINARIA TALAYUELO


EXTRAORDINARIA TALAYUELO



lunes, 6 de mayo de 2019

"ENSALADA" DE SENDAS



Algún que otro desaparecido se dejo ver y acompañarnos este sábado tras un largo periodo de tiempo sin obsequiarnos con su presencia, puntuales a la cita acudimos en esta ocasión y tras una pequeña deliberación de la ruta a seguir, al final se opto por seguir a Willy y ver por donde era capaz de llevarnos.

Saldados los pertinentes pagos para nuestra próxima aventura que desarrollaremos el sábado día 11, partimos de nuestro punto de reunión dirección puerta Valencia y afrontar la primera “tachuela” del día, ascender hasta el barrio del Castillo y comenzar con el recorrido planteado por nuestro compañero.

Ya a la salida de la ciudad y desde el último mirador que nos asoma a la hoz del río Huecar comenzamos a bajar por un escalerón que nos deja a los pies de la senda que es conocida como la de los Farallones, inédita para el resto del grupo y que no es otra sino la que viene desde el hotel de la cueva del fraile y era por donde aprovechaban para traer mediante canalizaciones y tuberías el agua hasta la parte alta de nuestra ciudad, de hecho, algún que otro tramo de la misma transcurre por encima de las mismas tuberías y que debido al transito de los senderístas y el paso de las bicis hay alguna que otra cavidad sobre las mismas.

Tras alguna que otra foto, y parada para contemplar algún que otro paisaje y emblemático rincón llegamos a las puertas del hotel, decidimos continuar siguiendo los caminos propuestos y seguir igualmente por senda hasta Molinos de Papel y Palomera, donde llegando al pueblo tomamos a modo de exploración un camino nuevo para llegar a la pista que nos conduce al paraje de las “pocetas” y al final de la misma comenzar la subida del Mortirolo para llegar al alto de la sierra de la Pila.

Reunidos en el alto, ingeridas las barritas y nuevamente siguiendo a Willy, bajamos por la senda de los palos y llegar al rincón de la piedra, donde este nos iba a deleitar con su particular técnica, haciendo una breve demostración de como bajarla, algo que al final no se produjo, pues se echo para atrás, pero si pudimos ver como hacerlo, ya que nos lo mostraron cuatro motoristas que por allí se encontraban.
Después de vadear alguna que otra vez el río y con alguna risa que otra llegamos a la senda que pasando por las pocetas nos lleva de nuevo a Palomera. Y como todavía había ganas de más, decimos una vez llenados nuestros bidones de agua en la fuente del pueblo, el hacer la senda de la Botánica para poner fin al recorrido sugerido.

Desde Molinos de Papel iniciamos la bajada a nuestra ciudad por carretera y a un tranquilo ritmo mientra que aprovechábamos para comentar el recorrido de hoy.


En total 42 kms. a los que se puso fin en la sede de invierno.

miércoles, 1 de mayo de 2019

CERRO LOSARES


Ganas teníamos de que hubiera un placido sábado en lo que metereológicamente se refiere, el de hoy podría ser el primero primaveralmente hablando, bien, reunidos en el lugar habitual, los cuatros intrépidos que nos dimos cita seguimos los consejos de nuestro preparador personal y tal y como él nos indicó pusimos rumbo hacia el “muro” del día.

Partimos por el camino del cementerio y tras subir a los altos de Casasola descendimos por las tierras de Embid hasta la carretera que da al área recreativa del Chantre, carretera a Mariana y al caminos del aeródromo de Sotos, donde pudimos observar que finalmente se han dignado a retirar toda la basura que se encontraba en el punto limpio y que se había convertido en un autentico basurero.

Al acercarnos al pueblo de Sotos y antes de afrontar la larga y continua ascensión que nos acerca a la torre de control contra incendios que vigila todo el cerro Losares ya hicimos alguna que otra parada para poco a poco ir despojándonos de algo de ropa y que a esas horas ya comenzaba a sobrar.

Subimos a un ritmo cómodo y continuo que nos hizo poder ir hablando tranquilamente hasta llegar a su cima, ya en la misma hicimos las fotos de rigor y repusimos fuerzas con las barritas, que en esta ocasión nos ofreció nuestro Lidel, ya que mas de uno nos olvidamos de proveernos de las mismas.

Como el objetivo ya lo habíamos conseguido, por hacer un poco la ruta más entretenida, decidimos el desandar lo andado y volver sobre nuestras rodadas hasta el aeródromo, subimos al camino de la Vereda y pusimos rumbo a casa, en el camino decimos el bajar por el mirador del Verdijón para llegar al camino del agua, senda de las raíces y carretera a la fuente de Martín Alhaja, allí nos encontramos a Óscar que estaba dando una vuelta con sus jóvenes pupilos a los que intenta enseñar las técnicas de este deporte, jajajajaja.

Tras una breve parada y después de cruzar la pasarela de las Grajas sobre el río Jucar tomar el carril bici y llegar a nuestra ciudad para poner fin en el sito acostumbrado con la degustación de esas cervecitas que tanto nos gustan después de cada jornada bicicletera.


En total 65 kms, dónde como siempre disfrutamos de grata compañía y esperamos que en próximas ocasiones sea más amplia.