martes, 28 de marzo de 2023

PALOMERA - PRIMAVERA

       Los tres miembros que respondimos a la convocatoria, hemos acudido puntuales a la cita, después de saludar y felicitar a nuestro líder, en el día de su aniversario, decidimos por unanimidad el saludar y recibir el primer finde de primavera por tierras de Palomera.

      Salimos dirección a dicho pueblo, pero tal y como nos sugirió Lucas, nos desviamos por la carretera que sube al monumento del Cristo que se encuentra situado en la cima del cerro del Socorro, para una vez superadas sus empinadas rampas, abandonar la carretera y adentrarnos en la pista que transcurre por la sierra de la Pila.

      Llegamos al final de la misma sin apenas darnos cuenta de los kilómetros que recorríamos, absortos y ensimismados en muestras conversaciones, y en ese punto nuestro Líder nos sugiere poner rumbo hacia la finca de Cotillas y la carretera de los Palancares, para en ese punto poner rumbo al camino que nos lleva a la senda de los Palos.

      Ya en lo alto y antes de coger la pista o camino observamos que nuevamente por la zona están talando pinos, haciendo que la pista se encuentre llenas de ramas, obligándonos a rodar por ella con precaución y algún que otro susto.



      Al final llegamos al cauce del río, con la sorpresa de que el cauce del mismo era mayor de lo que esperábamos, aún así realizamos todo el trayecto sin complicación, continuando por pista hasta Palomera, destino final.

      Allí fuimos agasajados con los reparadores tercios por parte de nuestro líder, para después de comprobar el estado de nuestra higuera, descender por carretera a nuestra ciudad.



      Destacar que debido a la prisa por llegar de nuestro líder, abandono nuestra compañía realizando el trayecto a una velocidad algo considerable.

      Al final los metros de desnivel fueron 530 para los 50 kilómetros recorridos, por fin ya con una agradable temperatura.

      

martes, 21 de marzo de 2023

Tierra Muerta, Tierras Coloradas

 A la hora prevista nos reunimos tres Chinches para inspeccionar una ruta por los terrenos de Buenache de la Sierra, la cual superó las espectativas de los asistentes, montamos nuestras máquinas en la "Fragoneta" del "Lidel", para una vez pasado Buenache, dirigirnos al Prado de los Esquildores, donde empezamos la ruta con unos nubarrones amenazando agua, enseguida cogemos camino de los Coloradillos y paramos para ver una pequeña Laguna situada en la Cañada Real Conquense o De Los Chorros, continuamos camino por la Hoya del Rebaño, donde nos encontramos con un monumental pino llamado El Pino del Tío Rojo.


Continuamos por la Hoya del Rebaño, y como su nombre indica, nos encontramos con un rebaño de Vacas, y en mitad del camino un joven Novillo, el cual al llegar a su altura hizo un amago de embestir, propinando un pequeño susto a la cabeza de la grupeta, una vez apartado del camino seguimos pedaleando por un espectacular camino con verde vegetación, al salir de este camino, cruzamos una pista, para bajar una senda con bastante piedra suelta hasta la la Rambla de Prado Ciervo, donde paramos para disfrutar del paisaje y hacer una testimonial foto.


Al salir de la pradera subimos por un camino pedregoso pasadon por unas Tinadas hasta llegar al Alto del Rincón, donde empezamos a subir unas duras rampas con fuerte desnivel, hasta llegar a la Cima de la ruta, al Vértice Geodésico La Herrada, situado a 1.550 metros de altitud


Una vez repuestas las fuerzas con la barrita energética, comenzamos el descenso por misma rampa subida al Vértice Geodésico y desviarnos hacia La Hoya Hermosa y llegar a las Tierras Coloradas, donde para salir de ellas con varios derrapes y teniendo que hacer fuerza al pedalar para no caer al mar de Tierra.


Una vez fuera del Mar de Tierra Colorada, descendemos por una trialera que hizo temblar nuestros brazos sujetando el manillar de nuestra máquina, cogiendo una pista hasta la carretera que baja a la Fuente de Las Tablas y volver por dicha carretera al punto de partida, El Prado de Los Esquiladores, donde nos esperaba una fresquita cerveza después de recorrer 37 Km. el trío Tapi, Chule y Lucas.




viernes, 17 de marzo de 2023

REGRESO A PALOMERA

            Mañana del sábado 11 de marzo en la que cuatro Chinches y Pelones nos damos cita para darle un rato a los pedales. Iniciamos la etapa puntuales a las 9 o'clock en la nave del Lidel callejeando por la ciudad para tomar la carretera de Palomera. No se está mal ya que no ha helado por la noche, llegando hasta la localidad de Palomera donde algunos ya sólo piensan en las cervezas que posteriormente nos apretaremos en el reabierto bar del pueblo.

Pero como la vida de la Mountain Bike es muy sacrificada decidimos ganarnos las cervezas subiendo a Los Perejiles para continuar por los toboganes en dirección Buenache de la Sierra. Poco antes de llegar a la carretera tomamos un camino que la mayoría no conocíamos y que nos lleva al Alto del Lugar, unos metros antes de la entrada al pueblo.



Tras pasar Buenache parada para reponer fuerzas, aunque ya en esa zona había cambiado el tiempo y con el aire que venía no apetecía mucho estar parado por lo que retomamos la marcha hasta el embarcadero y de nuevo dirección Palomera bajando los Perejiles.

Una vez en el pueblo nos tomamos unas cervecillas en el bar, eso sí, dentro porque nuestra terraza particular junto a la fuente la dejamos para el verano.



          Tras la hidratación marcha hacia Cuenca por carretera comprobando el estado de la higuera que llevábamos mucho tiempo sin visitarla. Final de etapa con 49 km y 700 metros de desnivel para Tapi, Lucas, Ruso y Rubén

lunes, 6 de marzo de 2023

BETETA ESCAPADA INVERNAL

      Tal y como estaba previsto y a la hora indicada hemos partido hasta Beteta, los dos únicos miembros del club que optamos por participar en la salida invernal que organiza una asociación cultural de dicha localidad.

      Como siempre que subimos a Beteta durante el trayecto siempre quedamos maravillados, tanto por su exuberante paisaje como por la fauna que avistamos.

       Llegamos con el tiempo suficiente para tomar un café y prepararnos para participar en dicha salida, con un mermado grupo, muy bien recibidos por la organización, nos dijeron que mucha gente que en principio iba a acudir, debido a las inclemencias meteorológicas de la semana,  hizo que muchos se echarán atrás.

       Ya todos reunidos y después de la protocolaria foto para la organización comenzamos con nuestra aventura.

        Al final salimos todos juntos dirección a Valsalobre, mucho ánimo entre la chavalería que nos acompañaba, ellos con la intención de realizar la ruta corta, tan grande era su ímpetu como corta su preparación física, decidiendo la organización que se volvieran al pueblo según llegamos Valsalobre.

      Hasta allí llegamos por carretera y una vez cruzado el río Guadiela comenzamos la ascensión por las duras rampas que nos llevan por la pista hasta el alto de Valsalobre, dónde después de llegar a la cima y realizar una pequeña reagrupación, casi en el mismo punto donde se separan los recorridos de la carrera Betetabikextremen, igualmente nos separamos los de la corta y los de la larga, siendo únicamente cinco aventureros para realizar el recorrido largo.



      A partir de ese punto, y aunque la temperatura en todo momento fue bastante benévola, al igual que con anterioridad habíamos visto restos de nieve y hielo, durante todo el trayecto que realizamos por la "Serrezuela de Valsalobre" y por la pista de los pinares que nos llevaba hasta las salinas de Poveda, rodamos por gran cantidad de tramos nevados y hielo, con mucha precaución, ya que en ocasiones las ruedas se cubrían bastante, oyendo el crujir de los charcos que debajo debería de haber en forma de hielo.

      Cuando salimos de esta zona y antes de alcanzar las Salinas, la temperatura ya subió, apareciendo entonces en varias zonas encharcadas el también temido barro, haciendo cada vez más difícil el rodar por dichos tramos.

      Alcanzadas las Salinas y después de cruzarnos con alguna manada de cervidos, salimos a la carretera para llegar a Peñalen, si apenas reparar en el pueblo y que ya nos encontrábamos en la provincia de Guadalajara, tras un largo descenso nos adentramos en las pistas que nos llevan por toda la serranía del parque del alto Tajo, acompañando al río hasta llegar al puente del Martinete, habiendo reportado anteriormente agua en una fantástica fuente.






     Una vez cruzado el puente, tenemos que remontar hasta la pista por un escarpado sendero, siendo la primera vez, pero no la única, que tenemos que poner pie a tierra y desplazarnos empujando o cargando nuestras monturas, una vez alcanzada la pista, seguimos acompañando al río hasta llegar a la pista que por unas siempre empinadas cuestas nos lleva a la laguna de Taravillas, reagrupación en el alto, ya que como siempre cada uno sube a su ritmo o como puede.

      Rápido descenso hasta la laguna, encontrándonos nuevamente con el río Tajo, cruzamos una estrechísima pasarela sobre el mismo y continuamos  por una senda, volviendo a empujar de nuevo nuestras bicicletas, hasta llegar a una zona, que en teoría es un área recreativa con bar y restaurante, pero que se encontraba cerrada, decidiendo en la fuente que allí existe el tomar las siempre ponedoras barritas, acompañadas con frutos secos, gentileza de uno de los compañeros, proveyendo nos de agua, ya que según nuestro guía, ya no encontraríamos otro hasta llegar a nuestro destino final.






       Desde aquí reanudamos la marcha otra vez con un casi interminable ascenso que resultó ser premonitorio para lo que luego vendría, para finalizar la ascensión más de uno tuvimos que poner pie a tierra, no tanto por la dureza de las rampas que tenía, sino por el estado de la pista, donde el barro cada vez se hacía más presente, nuestras ruedas se emponzoñaban y apenas podíamos rodar, así hasta el alto de la cima, dónde se podía contemplar la mina de caolín de Poveda y la devastación de la sierra que produce, lastima, al final acabará con ella.

       En este punto las diferencias entre los participantes parecían acrecentarse, pero todo resultó un mero espejismo, aunque dijimos a nuestros acompañantes que podían abandonarnos si querían y se encontraban más fuertes que nosotros, que lo hicieran, ya que teníamos el track a seguir, la dureza del terreno hizo que aunque en principio lo intentarán, desistiera de ello, pues la acumulación de barro hizo que más de una vez tuviésemos que empujar de nuevo las bicicletas, llegando a coger una increíble cantidad de barro.

     Al final después de poder rodar por toda la cresta y pistas del pinar, salimos a uno de los cruces que nos indicaba de bajar por una de las afamadas sendas de la carrera del próximo mes de Junio, desechando tal tramo, para realizar el descenso a Cueva del Hierro por la pista, enlazando posteriormente con la carretera, la cual ya no abandonaríamos hasta llegar a Beteta, haciendo entrada en la plaza del ayuntamiento, justo cuando el reloj daba las 16:00 horas en punto, entre la algarabía y blos aplausos de personal allí reunidos.

     Fuimos agasajados con algunas cervecitas y degustamos unas gachas que de sabor estaban muy bien, pero que desde que las hicieron ya estaban "para tapar ratoneras".

      De los 5 que completamos la vuelta, no hubo que destacar afortunadamente ningún incidente, salvo alguna caída por culpa del barro y que al llegar al pueblo uno ya no se tenía en pie y tuvo que sentarse irremediablemente y otro comenzó a sufrir tirones y calambres en las piernas, cosa que nos recordó anécdotas anteriores.

      Al final entre cervecitas y con algo de cachondeo con el organizador de todo esto, resolvimos que el cartel promotor de todo esto contenía publicidad engañosa, pues los kms y desnivel no eran los correctos, pues al final salieron 68 kms.  y unos 1.450 m de desnivel positivo.

      Recorrido pesado, nevado, embarrado, escurridizo y aveces duro, dónde nos hizo sufrir algún que otro rato, tanto a nuestros acompañantes, como a nosotros dos, Tapi y Chule, pero que es un auténtico placer y una inmensa delicia el poder rodar por tan bellos y emblemáticos parajes.

     Permitidme como de costumbre para cerrar esta crónica el agradecer a los organizadores y gentes de tal evento la acogida y el trato que nos dispensaron, miles de gracias y quedamos enlazados para la próxima cita del mes de Junio.