Inicio de ruta de Nochebuena entre niebla cerrada que hace que algunas zonas de la ciudad queden tapadas, decidiendo tomar dirección Palomera para hacer una salida en busca de Belenes, nada más acorde con la festividad que se celebra.
Ritmo
tranquilo y muy fresquito, llegando a marcar 1 grado nuestros “garmin” al
remontar la carretera de la hoz del Huécar, para llegar a la localidad de
Palomera y afrontar la primera subida del día, Los Perejiles, zona donde ya
empieza a dar el sol, cosa que se agradece.
Tras coronar
los Perejiles tomamos dirección hacia Los Ceños primero por unos caminos con
algún charco y un poco de barro, pero que solventamos sin problemas para dar a
la pista principal que se encuentra en perfecto estado de revista.
Poco antes de llegar al Mirador del Ceño tomamos el camino que sale
a la derecha para llegar a nuestro primer objetivo belenístico, el Belén que la
Asociación Quinto Pino pone cada año en la zona del sendero del arroyo de la
Rambla. Está situado muy próximo al paraje de Los Ceños, en una zona donde la
senda va encajonada entre las rocas, aunque para poder ver el belén tuvimos que
dejar nuestras bicicletas para subir por detrás de unas rocas, lugar donde lo
hallamos, haciendo las correspondientes fotografías testimonio de nuestra
presencia en ese punto.
Tomamos rumbo a nuestro siguiente objetivo, el Belén de San Isidro, por lo que continuamos hacia Palomera por la pista, carretera hacia la Cueva del Fraile, con una parada para ver una espectacular cascada del arroyo de la Cueva del Fraile, si bien debido a lo frondoso del lugar es complicado acceder y no se puede ver bien, aunque siempre nos queda el intrépido Orzowei que se aventura entre la maleza y baja a la base de la cascada.
Hasta San Isidro por carretera sin problemas habiendo cambiado mucho el día desde el inicio de la salida ya que al medio día tenemos una mañana soleada que deja un estupendo día para realizar deporte al aire libre con unos 15 grados de temperatura. Una vez en la Ermita de San Isidro podemos admirar el Belén que este año ha ganado el concurso del Ayuntamiento de Cuenca.
Tras la visita la mitad de los participantes en la ruta la dan por finalizada por compromisos familiares, mientras que los otros dos miembros se marchan a por su merecido refrigerio. Finalmente 46 km con 705 metros de desnivel para Tapi, Chule, Martín y Rubén.