Salida medio nocturna para poder conciliar deporte con trabajo, iniciando la ruta por el camino de Casasola donde nos damos cuenta que a lo lejos se ven unas nubes que amenazan lluvia, decidiendo no alejarnos de la ciudad, bajando hacia el puente de Valdecabras por la senda de la Escondida.
Continuamos por la subida a las antenas o San Cristóbal donde podemos contemplar nuestra ciudad desde lo alto. Tomamos el camino que nos lleva hacia la carretera de Buenache, lugar donde ya es necesario encender las luces de nuestras bicicletas.
Una vez pasado el hotel Cueva del Fraile paramos para reponer agua y tomar aliento para la siguiente subida que no es otra que la del Cerro Socorro, subida que hacemos a ritmo tranquilo porque el cuerpo ya no está para muchas alegrías.
En
el Cerro Socorro contemplamos las vistas nocturnas de la ciudad, realizamos las
correspondientes fotografías, observando como se acercaba tormenta, así que
ante la posibilidad de que la aleación especial de la bici de Willy atrajera
los rayos, regresamos sobre nuestros pasos hasta la senda de la Cueva de la
Zarza. Durante la bajada Chule se queda sin luz y antes de iniciar la senda
Chema le deja su frontal porque su intención era volver con la luz del móvil.
Vuelta por la
senda hacia Cuenca con un pequeño susto sin consecuencias para Rubén, parada en
el Puente de San Pablo ante la mirada de los turistas para hacernos unas fotos
y ya en Cuenca cada uno toma rumbo para su casa.
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