Rutas elaboradas a la
carta, es lo que tiene este club, eso es lo que decidieron parte de
los integrantes que el pasado festivo, jueves 15 del presente,
realizaron una salida extraordinaria.
Hoy a pesar de
encontrarnos casi en el ecuador de la temporada estival, hemos
conseguido el reunirnos un grupo de seis chinches, lo cual no esta
mal, junto con los casi siempre habituales y los sorprendentes
rezagados de la kilométrica, hemos contando con la grata presencia
de Frán, quien llevaba desaparecido una larga temporada y que hoy se
ha animado y decidió acompañarnos.
Como el ánimo estaba
calentito y unos por recortar kilómetros y otros por “sobar” a
los sprinters, se opto por realizar una de las rutas clásicas
veraniegas Cañada del Hoyo.
Con puntualidad
inglesa y después de los típicos comentarios, salimos de la nave de
nuestro Lidel dirección carretera de Valencia, desvío por la
subestación eléctrica y llegar a La Melgosa, por la pista que une a
esta con Mohorte, otro poquito de carretera y de nuevo al camino que
paralelo a la misma nos lleva a Fuentes, todo ello con un ritmo tal
vez algo elevado según sugerencia de algún componente. En esta
localidad y por complacer a David, hicimos una breve parada para
visitar a nuestro amigo el “Titanosaurio”.
De nuevo en marcha y
tras cruzar el pueblo nos desviamos a la derecha para por la pista
que bordea el puerto del Rocho llegar al alto y tras un pequeño
despiste, cosa que suele ser habitual siempre en ese mismo punto,
llegar al cruce de la carretera, retomar la pista y descender por el
siempre polvoriento camino que nos conduce por el puente del Milano
hasta Cañada del Hoyo.
Fotos para
inmortalizar y atestiguar la ruta, cafétito y de nuevo en marcha
hacia los Palancares, la subida bien es sabida que aunque es
llevadera, no deja de ser constante y en sus inicios bastante
arenosa, donde ya cada uno cogió su ritmo y de seguida, al igual que
en las rampas del Rocho, ya se veía quienes iban a acusar el
esfuerzo de las salidas anteriores pues algunos no encontraban ese
punto de cadencia ni de buenas sensaciones en las piernas.
Una vez arriba, mas
fotos con los arboles singulares, pino Candelabro y de Moya, las
Torcas y mas subidas hasta llegar al cruce de la pista que nos lleva
a la sierra de la Pila, resaltar que desde Cañada hasta dicho punto
vienen siendo una continua ascensión de cerca de 13 kilómetros, que
si los unimos a los otros 6 que puede haber desde el inicio de la
pista al comienzo del descenso por el Mortirolo, se puede convertir
en una pesadez para aquellos que a esas alturas de etapa ya se caen
de maduros, jejeje.
Vertiginoso descenso
por el Mortirolo, donde Dani el más rápido de todos decidió
conservar fuerzas y ocupar la última posición, otro pinchazo de los
ya habituales y abonados hermanos Schelkc, en este caso de Juan,
quien junto a nuestro Lidel y Fran resolvieron con gran pericia tal
contratiempo. Aquí fuimos abandonados por Dani, que tenia que
volver pronto a casa.
Ya resuelto tal
incidente continuamos nuestra marcha por la senda de las Pocetas a
Palomera, comprobando que en un futuro casi que habrá que regular el
transito por las mismas durante esta época, debido a la gran
masificación de ellas.
Como de costumbre un
par de refrigerios en la plaza del pueblo y rápido descenso hacia
nuestra ciudad para poner punto y final a la aventura de hoy en la
terraza de la cafetería Joni tras 80 kms. realizados y donde la
ausencia del sprint fue notable en esta ocasión.
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