lunes, 6 de enero de 2020

"UNA AL MES"



Permitirme comenzar la primera crónica de la temporada diciendo que se me antoja imposible el poder iniciar otra temporada tal y como ha comenzado esta. Un hecho casi inigualable e irrepetible simplemente por el número de miembros que nos dimos cita en esta primera convocatoria, nada mas y nada menos que doce, lástima de los dos compañeros ausentes que no pudieron acompañarnos por diversos motivos.

Tal y como habíamos acordado en nuestra asamblea de miembros y componentes de este club, comenzamos haciendo labor a el acuerdo alcanzado de “una al mes” y en esta ocasión la cita era en Villalba de la Sierra para degustar una tradicionales gachas.

Todo comenzó a la hora indicada, con puntualidad inglesa, debido al ya ratificado artículo sobre la puntualidad y su consecuente sanción, e incluso antes de la hora fijada ya nos encontrábamos allí todos los que habíamos respondido a la convocatoria, a falta de recoger en la rotonda el Alcampo a nuestro invitado.

Partimos dirección ronda oeste hacia el Alcampo, comprobando una vez más como las temperaturas que marcaban nuestros gps iban descendiendo progresivamente, continuamos por la soleadas pistas que nos conducen hasta el alto de Embid, descenso por los toros hasta la curva del Chantre, subimos por la senda del Club y bajamos por la de la planta de áridos de Mariana, continuamos por el caminos del aeródromo para ascender por la senda de la discordia hasta la Vereda para bajar nuevamente al camino del aeródromo por la senda que y caminos de saca que desembocan en el desaparecido punto limpio de Sotos.

Continuamos desviándonos por la pista de Villalba hasta el camino que nos adentra en los pinares de Zarzuela y que nos llevan a la zona del área recreativa de Villalba, foto en su peculiar molino de viento y nos encaminamos hacia nuestro objetivo.

Fenomenal estampa la formada en la valla aledaña al bar de nuestro amigo Bigotes, donde se pueden ver en su totalidad todas las monturas de aquellos que nos dimos cita hoy.

Hora y media de disfrute gastronómico, sabrosas y abundantes gachas, acompañadas de su correspondiente panceta, regadas con vino, cerveza y refrescos, endulzadas con los típicos dulces de esta temporada, café y licores varios, un almuerzo de los que crean afición, si señor, tal y como mandan los nuevos estatutos.

Y ahora con todo esto metido en el cuerpo tocaba el regreso, bajo la premisa de no volvernos locos y hacerlo a un ritmo frenético, comenzamos a ritmo chinche tal y como habíamos subido, descendimos por toda la pista y el camino del aeródromo hasta llegar al Chantre, desvío para cruzar el puente y y complacer a algún que otro juguetón para guarrear por la senda de la raíces , hubo incluso quién se atrevió a subirla y lo consiguió, otros valientemente también lo intentaron, al final por seguir complaciendo a estos de igual manera llegamos a nuestra ciudad por el camino y senda del camino de Martín Alahaja.

Al llegar al puente de San Antón, y reagrupados en la puerta de agricultura el grupo comenzó a disgregarse. En esta jornada y debido a la hora de regreso no pusimos el punto y final con la ingesta del líquido hidratador de costumbre, algo que dejamos para sucesivas quedadas.


Resaltar que los no habituales respondieron perfectamente a los varios bucles y kilómetros que se realizaron hoy, animándoles a que no dejen transcurrir tanto tiempo hasta la próxima salida. Constatando que son todo un éxito las implantadas jornadas de “una al mes”.   

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