martes, 8 de agosto de 2023

DUO PALOMERIL

    Puntualmente acudimos al atípico lugar acordado para la salida de este sábado, tal vez los los miembros del club a los que puede que les guste más el final de etapa propuesto para la ruta de hoy.

    Tal y como nos encontramos inmersos en ple estación veraniega, se produjeron bajas, pero como ya estaba decidido el recorrido pronto comenzamos nuestra andadura, eso sí, verdaderamente sorprendidos por el acuciado descenso de temperatura.

     Nos dirigimos a la fresca por la carretera hacía Palomera, siempre y en todo momento con amena charla y sin apenas darnos cuenta nos presentamos en el pueblo, ya sin frío ninguno y sin ganas de darnos un calentón, comenzamos el ascenso por la pista de las culebrillas, alcanzando la sierra de la Pila, a un muy buen ritmo "eléctrico".

     Sin descanso alguno y observando cómo lo de la fría temperatura comenzaba a desvanecerse, recorrimos toda la pista hasta el cruce que nos lleva a la que viene de los Palancares.

     En este cruce si realizamos una muy breve parada, por aquello de la próstata, reanudando nuestra marcha por la cada vez más rota y arenosa pista que nos deja a los pies del arroyo y la dura subida hasta el mirador del Ceño.

     Aquí el calor ya comenzaba a hacer acto de presencia y aunque se pudo aguantar el tipo, el ritmo ya no era tan eléctrico como en la anterior ascensión.

     Parada obligada para la protocolaria fotografía, fiel reflejo de la jornada, acompañada al mismo tiempo de la ingesta de la siempre reponedora barrita energética.



     Retomamos nuestro camino pensando en la última rampa que nos quedaba por recorrer, rampa que se solventó sin problema alguno,  dejándonos llevar tranquilamente durante el trayecto restante, disfrutando del descenso hasta alcanzar nuestro privilegiado lugar de descanso.

     Aquí como de costumbre saboreamos y disfrutamos de tan afamado líquido hidratante, haciendo en alguna que otra ocasión de guía, para encaminar a los despistados turistas en su seguimiento de sus respectivos GPS, con el fin de alcanzar algún que otro paradisíaco lugar o paraje.



     Una vez alcanzado el cupo del líquido reponedor y habiendo disfrutado de la estupenda sombra del Tilo, junto con algún que otro reencuentro con amigos conocidos, emprendemos la bajada hacia el final de etapa.

      Bajada que realizamos a un muy buen ritmo, en este caso algo disfrutón, no sin antes realizar nuestra siempre obligada visita a la higuera.

      El final de recorrido lo pusimos por los alrededores del polideportivo San Fernando, después de rodar durante unos 55 kms, con unos 795 m de desnivel positivo para Lucas y Chule 

     

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.