Ruta correspondiente al sábado 26 de agosto en la que se dan cita seis Chinches y Pelones, iniciando la salida a las 8 de la mañana ya que la etapa se prevé larga.
Muy
buena temperatura ya que las olas de calor de este verano han dado una tregua y
mejor ambiente y compañía por lo que tenemos todos los ingredientes para
disfrutar de un gran día de ciclismo de montaña por nuestra serranía.
Sin
perder tiempo iniciamos marcha saliendo de la ciudad para bordear el Júcar,
primer tramo por el carril bici y a continuación por la pasarela de Las Grajas cruzamos
al camino de las Aguas. Pequeño tramo de carretera para empezar con la primera
ascensión del día en Verdelpino. Las primeras rampas nos ponen las pulsaciones al límite ya que a
la fuerte pendiente se une un camino roto que en ocasiones hace que la rueda
trasera patine.
Poco
a poco se va ganando altura y cada uno a su ritmo consigue superar la tachuela
de la Sardinilla para reagruparnos y continuar ya por mejor terreno hacia el
Alto de la Nava no sin antes hacer un alto en el camino para realizar la
primera fotografía de la jornada.
Tras superar el Alto de la Nava tomamos dirección hacia el Alto de Mirabueno, al que no llegaríamos ya que un poco antes nos desviamos a la derecha a la altura del nacimiento del Cambrón para continuar en dirección al mirador de Uña, en las proximidades de la Ciudad Encantada.
En
este tramo inexplorado para muchos de los participantes nos encontramos a una
altura superior a los 1400 metros pudiendo disfrutar de unas bonitas vistas a
la zona de Uña, la Toba y la Modorra, aprovechando para hacer una parada e inmortalizar
el momento con otra sesión fotográfica.
Parada en la Ciudad Encantada para reponer de agua nuestros bidones y nos encaminamos hacia el plato fuerte del día, el Arroyo del Océñigo, no sin antes hacer varias paradas para disfrutar de las formaciones rocosas que nos encontramos por el camino que bordea la zona de la Ciudad Encantada.
Nos desviamos unos metros para asomarnos al Valle del Cambrón para inmediatamente regresar sobre nuestras rodadas y empezar el descenso por la senda del arroyo. Hay un primer tramo con algún escalón que hay que sortear con cuidado, pero luego la senda es muy fácil con constantes cruces del arroyo que al encontrarnos en verano estaba seco. Habrá que regresar en otra ocasión cuando nos visiten las lluvias.
Varias
paradas durante el descenso para disfrutar del entorno y finalmente un rampón
muy fuerte con piedra suelta, que nadie es capaz de subir montado en la bici,
para salir del Océñigo buscando ya el camino de las Aguas que nos devolvería a
nuestra ciudad.
Gran
jornada de MTB para Tapi, Mora, Chule, Juan, Lucas y Rubén superando los 900
metros de desnivel positivo en los 67 km de la etapa.
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