TÍPICA-CAÑADA

Mas que puntuales a la cita de este sábado nos hemos reunido en el lugar acordado para dar pedales por la ruta escogida en estos tiempos veraniegos y poder eludir la canícula en la medida de lo posible.

Tras las dos últimas salidas realizadas por este club, en esta ocasión nos tocaba la típica de Cañada. Ya en el lugar de reunión se comenzaron a oír alguna pequeña queja que poco a poco fue diluyéndose ya que algunos de los miembros tenían que estar en casa a una hora determinada, así como el largo del recorrido, ya que debido al exceso de salidas durante la semana a causa de la kilométrica de este año, luego en las oficiales de los sábados les pasan factura.

Partimos por el camino de la subestación eléctrica para enlazar con el de Cañete, reponemos agua en la fuente el Royo y ascendemos a la casa del forestal, descenso casi hasta la estación del ferrocarril de los Palancares cruzando por la finca aledaña hasta el Pocico Valencia, puente del Milano, nos acercamos a Cañada y sin adentrarnos en sus calles comenzamos la ascensión de la Palancosa, visita al vetusto pino candelabro y continuamos hasta llegar al paraje conocido como las torcas.

Salimos de nuevo a la carretera de los Palancares para alcanzar el desvío que nos conduciría a la loma del Mortirolo. Todo ello a un ritmo mas que aceptable, aprovechando las paradas pertinentes para las retrataúras para la ingesta de barritas, rozando los 20 km/h durante la ascensión de la Palancosa y los 30 km/h en la carretera para poner a prueba la montura de Fernando y ver cuando cortaba. Jejeje.

Descendido el Mortirolo el grupo se separó, bajando hasta Palomera por pista el grupo más numeroso y por la senda de las Pocetas nuestro Lidel y Mora.

Posteriormente al refrescante trago de agua en el pilón de Palomera Fernando, Dani, Víctor (Guaje) y Miguel (Miguelón) nuestro invitado acompañante hoy siguierón ruta hacia nuestra localidad pues la hora de regreso ya se acercaba para ellos, mientras que Juan y Chule esperaron a los dos “senderistas” para disfrutar de algún que otro tercio a la sombra.

Tras un breve descanso y saciada nuestra sed descendemos hacia nuestra ciudad por carretera a un mas que cómodo ritmo para llegando en ella ir dispersándonos por sus calles y poner fin a los 68 kms de la ruta de hoy. 

CHULE.