Como consecuencia de
la época estival, solamente fuimos dos los integrantes del club que
nos dimos cita para la ruta de este sábado y que no era otra que la
de acompañar por tierras de la serranía baja y comienzo de la
manchuela a Emilio, hermano de nuestro desaparecido compañero Óscar.
Tras las diligencias
realizadas por nuestro señor presidente y con otro nuevo madrugón,
pusimos rumbo en vehículo motorizado dirección a Valverde del
Júcar, lugar donde se realizaba la marcha en la que participamos, ya
en esta su cuarta edición.
Una vez reunidos,
hechas las presentaciones, tomado café y soltado lastre, fuimos al
centro cultural, lugar donde se realizaban las inscripciones para
posteriormente debidamente equipados y uniformados con los colores
oficiales del club, iniciar la ruta, resaltar que 65 participantes
fuimos los que anduvimos por las pistas que transcurren entre los
términos de Valera, otra vez de nuevo subimos a la cueva de la
Judía, Hontecillas y Valverde.
Nosotros nos
decantamos por el recorrido largo de 40 kms., mientras que el corto
lo era de 24 kms., especial para los jovencísimos bikers que allí
acudieron, algunos de ellos integrantes del club de Emilio, ambos
recorridos no presentaban dificultad alguna, solamente el polvo y
arena de algunos tramos ya que estos fueron por tierras de labor y
zonas del pantano, donde el mayor inconveniente sería el calor que
pudiera hacer si se demoraba en exceso nuestra ruta.
Otra vez más y
debido a la poca atención que en ocasiones prestamos a nuestras
monturas nos vimos envueltos en alguna que otra avería, en esta
ocasión por parte de Iván, hijo de Óscar, con dos pinchazos
seguidos en menos de unos 300 metros, después de reincorporarnos a
la marcha tras el avituallamiento en Hontecillas, primero por un
llantazo y luego por pinchazo, o que la cámara estaba pinchada,
intentamos repararla y al no conseguirlo, este abandonó siendo
llevado al pueblo por el coche escoba.
Esto no hizo el
perder alrededor de una hora, pero una vez solventado, nos pusimos de
nuevo en carrera y acompañados con el bici-escoba llegamos al
pueblo, donde nos espera Deme, primo de Emilio e integrante de los
Templarios, con su hijo, para decirnos que los últimos 7 kms. ellos
ya no los harían, el chico ya tenía las fuerzas algo mermadas.
Finalizado el bucle
final alcanzamos la linea de llegada a las 12:15 horas del mediodía,
en el mismo punto de partida, donde fuimos debidamente agasajados con
un suculento “ágape”.
Hacer especial
mención al empeño, dedicación y ganas de agradar a la organización
de tal evento, por su atención y colaboración, antes, durante y
después del mismo, dando las gracias al C.D.C. Valverde de Júcar.