LA VEREDA

Día desapacible el de este último sábado debido a las secuelas de la borrasca Helena que ha cruzado todo nuestro país de oeste hacia el este, y claro esta, también se dejo notar por estos lares.

Pues bien, debido a ello y con la intención de disfrutar un día mas de nuestro deporte favorito, debidamente abrigados nos dimos cita nuevamente en el lugar de costumbre para una vez deliberado el recorrido a realizar, ponernos en marcha, pero como este deporte es algo incierto y según el estado de los caminos las opciones que se nos presentan son algo escasas, elegimos acercarnos por el camino de la Vereda o cañada de Rodrigo Ardaz a Villalba.

Hay que señalar que en estas fechas la indumentaria que llevamos suele ser dispar, e igual que unos vamos calzados con botas de invierno, otro va con unos calcetines y zapatillas de verano, pero cabe destacar la nueva moda adoptada por nuestro compañero Wylly que haciendo honor a la de los años 80, decidió el cubrir sus pies con un estilo de calentadores tipo Eva Nasarre objeto de risas por parte del resto del grupo, bien nos hacia saber lo caliente que al comienzo de la marcha llevaba cubiertos sus pies, no así tras cruzar algún que otro charco, donde estos se mojaron y dejaron de cumplir su función, jajajaaja.

Al llegar a Villalba visitamos a nuestro amigo el bigotes, donde sin rencor ninguno, degustamos unos calientes cafelitos, ingesta de las pertinentes barritas y reanudación de la marcha.

Bajamos practicando un poquito de “guarribike” por la zona del área recreativa de Villalba y los caminos de saca que atraviesan el pinar que nos lleva hasta la pista del aeródromo de Sotos, una delicia tanto por el estado del terrenos como por ir resguardados del aire y la sensación térmica es mas apacible.

Una vez llegados a Mariana, vuelta a nuestro lugar de origen por carretera y carril bici, donde el grupo se dividió en dos a la altura del puente de Valdecabras, pues algunos decidieron el probar y medir sus fuerzas y otros el conservarlas. Al final salieron unos 57 kms., cervecitas en bar restaurante el gallinero, sede invernal.