Las dos últimas salidas efectuadas por el grupo han transcurrido por los mismos escenarios, caminos y pistas en estos dos fines de semana.
El destino final fue el de acercarnos a Villalba de la Sierra, ruta invernal por circunstancias obvias, pistas bien drenadas y carentes de barro, algún charco, pero nada que no se pueda evitar con algo de pericia y destreza, pinares que nos protegen del viento, con una muy buena soltura al rodar.
Mora, Rubén, Ruso, Tapi y Chule recorrieron los 55 km. de ida y vuelta en la salida del sábado día 1, realizando la protocolaria parada del café en el bar Ferrandis, para poner punto y final de la ruta en San Antón, al sol, en la cada vez mas codiciada terraza del bar de al lado de la fuente.
Ya el sábado día 8 repetimos el mismo itinerario y recorrido, salvo con la intención de acercarnos al pueblo de Zarzuela, en esta ocasión para realizar parada y almuerzo en el bar de la localidad.
Nuestro objetivo no llego a realizarse debido a que al incorporarnos al camino de la Vereda, comprobamos como se llevaba a cabo el fin para el que fue creado, siendo testigos de la trashumancia, en primer lugar quedando estáticos bajo las advertencias de unos protectores canes que salieron a recibirnos, al frente de un numeroso ganado ovino y caprino, para al reanudar la marcha, encontrarnos a los pocos metros con otro de reses vacunas que nos obligó a retirarnos al margen del camino.
Debido a estos acontecimientos la hora se nos echó encima y tuvimos que suspender el objetivo de nuestra salida, acercándonos nuevamente al bar Ferrandis y desayunar en él.
La vuelta la realizamos por el camino del aeródromo, bajos la constante amenaza de lluvia y enfrentándonos a algunas pequeñas rachas de viento, realizando el final del trayecto por carretera hasta alcanzar nuestra ciudad para irnos separando poco a poco, sin cerveza final debido a la hora que llegamos.
Otros 55 kms para Ruso, Chule, Tapi, Mora y Lucas
Las dos últimas salidas efectuadas por el grupo han transcurrido por los mismos escenarios, caminos y pistas en estos dos fines de semana.
El destino final fue el de acercarnos a Villalba de la Sierra, ruta invernal por circunstancias obvias, pistas bien drenadas y carentes de barro, algún charco, pero nada que no se pueda evitar con algo de pericia y destreza, pinares que nos protegen del viento, con una muy buena soltura al rodar.
Mora, Rubén, Ruso, Tapi y Chule recorrieron los 55 km. de ida y vuelta en la salida del sábado día 1, realizando la protocolaria parada del café en el bar Ferrandis, para poner punto y final de la ruta en San Antón, al sol, en la cada vez mas codiciada terraza del bar de al lado de la fuente.
Ya el sábado día 8 repetimos el mismo itinerario y recorrido, salvo con la intención de acercarnos al pueblo de Zarzuela, en esta ocasión para realizar parada y almuerzo en el bar de la localidad.
Nuestro objetivo no llego a realizarse debido a que al incorporarnos al camino de la Vereda, comprobamos como se llevaba a cabo el fin para el que fue creado, siendo testigos de la trashumancia, en primer lugar quedando estáticos bajo las advertencias de unos protectores canes que salieron a recibirnos, al frente de un numeroso ganado ovino y caprino, para al reanudar la marcha, encontrarnos a los pocos metros con otro de reses vacunas que nos obligó a retirarnos al margen del camino.
Debido a estos acontecimientos la hora se nos echó encima y tuvimos que suspender el objetivo de nuestra salida, acercándonos nuevamente al bar Ferrandis y desayunar en él.
La vuelta la realizamos por el camino del aeródromo, bajos la constante amenaza de lluvia y enfrentándonos a algunas pequeñas rachas de viento, realizando el final del trayecto por carretera hasta alcanzar nuestra ciudad para irnos separando poco a poco, sin cerveza final debido a la hora que llegamos.
Otros 55 kms para Ruso, Chule, Tapi, Mora y Lucas
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