De nuevo sábado y 7 Chinches y Pelones se disponen a disfrutar de su deporte favorito, en una mañana que amenazaba lluvia desde el primer momento. Con la vista puesta en la prueba que tendrá lugar en la localidad de Beteta, se dispone hoy de un entrenamiento de montaña para ganar desnivel en las piernas y llegar a la cita debidamente preparados. Así, la ruta de hoy sirve para coronar los 3 picos.
Ponemos rumbo al cementerio municipal por la Ronda Oeste, para por los caminos de Casasola llegar al primer alto de la jornada, el Cerro de La Majestad. Impresionantes vistas de nuestra ciudad desde la Hoz del Júcar, breve descanso y sin más, de nuevo a la rueda.
Bajada para llegar al Puente de Valdecabras, con algún que otro tramo complicado y en el que no queremos arriesgar demasiado, con precaución llegamos a la carretera; y de esta manera, empezar una nueva subida, esta vez a Las Antenas. Subida cada uno a su ritmo y reagrupación en la cima, para inmortalizar de nuevo la etapa con nuestra preciosa ciudad de fondo.
Tras una escueta deliberación para decidir por donde continuaba la etapa, reanudamos la marcha. Relieve ahora más llevadero, para llegar al km 3 de la carretera de Buenache, y tras una breve parada para rellenar de agua nuestros bidones, seguir dirección Palomera. Nada más entrar a esta localidad, un nuevo ascenso, al Cerro Loboso (popularmente conocido como Culebrillas), donde algún integrante de la etapa de hoy ya empezaba a sufrir la acumulación de km en las piernas. De nuevo reagrupación en la cima y marcha en dirección al Cerro Socorro.
Terreno ahora de suave bajada para recuperar fuerzas y llegar al Monumento al Sagrado Corazón de Jesús, donde de nuevo toca fotografía, completando así el propósito acordado en el inicio de la jornada de coronar los 3 picos de Cuenca.
Tras el descanso, ya por carretera rumbo a Cuenca. Donde a algunos les quedan ganas de bajar <<apretando>>, mientras un segundo grupo decide tomarse con filosofía el tramo final de la etapa. Completando un total de 54 km para Chule, Tapi, Mora, Lucas, Rubén, Ruso y Juan en su entrada a Cuenca por la Puerta de Valencia sin que finalmente la amenazante lluvia hiciera acto de presencia en toda la mañana.
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