Buena mañana de ciclismo de montaña la que disfrutamos el sábado los 6 miembros del club que se dieron cita puntualmente en la nave del Lidel, allí nuestro compañero Mora fue el que diseño la ruta, hacia Tondos y vuelta por el Telégrafo.
Antes de partir, ya nos pusimos hablar de los agujeros legales que dejan nuestros estatutos, con lo que ya tuvimos tema para la ruta, que si el calculo de los kilómetros en nuestra ya mas que discutida kilométrica, que si acudir a las citas sin el traje oficial, etc, eso si siempre sin malos rollos y con buen humor.
Preocupados también por la posibilidad de que nos mojáramos, fuimos mirando el cielo toda la ruta, partimos por la ronda oeste hacia el hipermercado Alcampo y desde allí coger los caminos que tantas y tantas veces recorremos, unos veces dirección embid otras como esta ocasión dirección Chillaron, no llegamos a esta localidad, pues antes nos desviamos por la losa para por caminos llegar a Tondos, no sin antes subir unas pocas de cuestecillas, llegada a dicha localidad, barrita y fotos de rigor.
Iniciamos la vuelta para casa, pasando por Chillaron y desviándonos hacia la urbanización señorío del Pinar, para después coger el desvío para subir por la senda hacia el telégrafo.
Se pudo comprobar el gran nivel del grupo, los hermanos Schleck pusieron un gran ritmo desde el inicio de la ascensión, que hizo que los demás se esforzaran y completaran TODOS una gran subida, el piso estaba en perfectas condiciones, salvo al final la zona de piedras que todos superamos con gran pericia, después de coger un poco de aire y realizar la foto de rigor, nuestro "guía" Mora, nos enseño donde se encuentra el punto geodésico, tras subir otra cuestecilla mas, al que alguno ya le empezaba a sobrar después del esfuerzo anterior, buenas vistas de nuestra ciudad desde este sitio, desde aquí seguía una senda que según el guía, nos llevaría a la rotonda que va hacia la estación del AVE, emplazándola para otra ocasión, que esperemos no tarde en llegar.
Comenzamos el peligroso descenso hacia nuestra ciudad, donde cada uno bajo a su ritmo, unos con mas precaución que otros o con menos miedo que otros a una posible caída, la verdad estaba bien el terreno y pudieron disfrutar del descenso, yo soy mas miedica, jajajajaja.
Una vez agrupados, empezamos a diseñar la posible ruta del sábado siguiente, en el que nos desplazaremos a la localidad de Majadas si el tiempo no lo impide, también empezamos a dispersarnos al llegar a la ronda oeste y así pusimos punto final a una ruta de 50 kilómetros, en el que nos libramos de la lluvia y pasamos una muy buena mañana entre risas y buen ambiente.
NANO