Que todos los caminos
llegan a Roma es lo que nos dice el dicho, pero que antes pasan por
Valeria es lo que nos aventuramos a descubrir este pasado sábado,
con el animo de seguir con nuestro plan de entrenamiento,
específicamente preparado y diseñado por el autor también de esta
ruta, nos dimos cita en el lugar de costumbre y a la hora acordada
nuevamente la mitad del club.
Con el ánimo
totalmente renovado debido a esta nueva aventura y después de unos
pequeños retoques sobre nuestras monturas salimos por los caminos de
la Estrella dirección a Ballesteros, aventurándonos por los caminos
de Olmedilla de Arcas afrontamos la primera rampa del día y que nos
situó por los altos de Tórtola, descendimos al pueblo y tras
reponer agua en nuestros bidones, siguiendo las indicaciones de Mora
secundadas por Chema, que se estrenaba en la tarea de seguir el track
de la ruta con esto de los gps, atravesando pistas llegamos a la
carretera que nos llevaría a nuestro lugar de destino.
Pero una vez mas
alcanzado el alto del Noguerón, el track confeccionado por nuestro
compañero nos introducía de nuevo por mas pistas, y después de
alguna salida y entrada a la carretera, con también alguna que otra
subida y mientras que divagábamos sobre el nombre del pueblo que se
veía en la lontananza, sin apenas darnos cuenta nos encontramos con
Valeria.
Tras inmortalizar
nuestra visita en la plaza de la villa, decidimos el aprovechar el
viaje y acercarnos a visitar sus famosas ruinas, pero ya advertidos
por nuestro Lidel nuestra desilusión se hizo presente al
encontrarnos la entrada cerrada, pasamos adentro después de
comprobar que la puerta estaba abierta, pero vimos que hacia nosotros
se dirigía la persona encargada del cobro de la entrada, aún así
nos permitió el asomarnos a las vistas de la mismas.
Abandonamos Valeria
para bajar a Valera destino y punto de retorno de la ruta de hoy,
descendimos por carretera para aventurarnos por toda la hoz del rio
Gritos, ya al inicio de la misma nos adentramos por la pista que nos
lleva a las ruinas de nuevo, y después de cruzar el río, coger la
senda que nos lleva a Valera, Bucólicos e inéditos parajes para
nuestros compañeros Mora y Chema, decir que la senda se encuentra
algo ofuscada, claro esta debido a la exuberante vegetación
propiciada por las últimas lluvias.
Después de un ligero
percance por parte de nuestro Lidel llegamos a Valera, donde
repusimos fuerzas en el bar lo Arcos, cuatro montados, los cuatro
iguales, regados con algunos tercios, cafés y el ya consabido
carajillo.
Satisfechos nuestros
estómagos, tocaba en reiniciar el camino de vuelta, enseguida dimos
con la pista por la que rodar, con un bajo ritmo afrontamos la subida
que nos llevo de nuevo al alto de las hoces, en esta ocasión por el
lado opuesto por donde en la mañana habíamos transitado, despojados
de parte de nuestras ropas y con un fácil rodar, sin apenas darnos
cuenta llegamos al pueblo de Parra de las Vegas, en el que no vimos
vida human ni animal como resaltó Chema, fotos en la plaza y
continuamos viaje, adentrándonos en sus pinares nos toco el subir
algún que otro repecho con pendientes más que considerables, y
después de una pronunciada bajada llegar con nuestras maquinas a
Valdeganga, donde fuimos muy bien recibidos e invitados a que
hiciésemos una breve parada en la plaza del pueblo y paliar los
efectos del calor con algún refrigerio por los lugareños que allí
se encontraban, todos autóctonos, excepto Ani, Angi, no recuerdo su
nombre, quien fue la que mas nos animaba.
Abandonamos Valdeganga
donde nada más salir del pueblo ya dimos con una dura subida y que
poco a poco fuimos conquistando para llegar al punto donde
coincidíamos con el camino andado por la mañana y llegando a
Olmedilla de Arcas, decidir el acercarnos a Arcas y por el camino del
punto limpio llegar al final de la ruta.
En total fueron unos
94 Km. con cerca de unos 1400 m. de desnivel, como ya nos predijo el
autor de la ruta y que resulto ser del agrado del grupo y que se
desarrollo a ritmo Beteta, con la que ponemos fin a nuestra
particular preparación.