Como la inmensa
mayoría de las personas de este país, durante los días precedentes
a la salida oficial de este sábado santo o de pascua, todos los
miembros de este club nos los hemos pasado consultando las distintas
paginas meteorológicas para comprobar las predicciones del tiempo.
Pues bien,
aprovechando el breve paréntesis de lluvia que nos ha concedido esta
tan peculiar y mojada semana santa, nos reunimos en el lugar de
costumbre aquellos componentes que respondimos a la convocatoria,
para tras las deliberaciones de rigor y aceptando por buena la ruta
propuesta por nuestro compañero Martín salimos dirección
Valdecabras por el carril bici hasta la altura de la presa de las
Grajas, donde nos desviamos para incorporarnos al camino del agua,
carretera de Valdecabras hasta dicha localidad, en el trayecto nos
encontramos a un grupo de “valientes” que nos invitaron ha
acompañarlos en su ascenso por la aldea de Verdelpino y la
Sardinilla hasta el alto de la Nava.
Agradeciéndoles
dicha invitación, rehusamos acompañarlos, pues nuestra intención
era la de evitar en lo posible cualquier camino embarrado. Así
alcanzamos por la pista el alto de la Nava, comprobando durante toda
la subida la cantidad de agua que mediante pequeñas torrenteras
bajan del monte, un placer el poder disfrutar de tal visualización,
al igual que la de contemplar el alegre cauce del arroyo de
Valdecabras.
Una vez reunidos los
cuatro aventureros en el alto, Mora, Martín, Tapi y Chule, sin
apenas descanso descendimos hasta el arroyo Bonilla, otra nueva
alegría el poder ver mas cauce que lo normal, sin parada alguna
afrontar la subida hasta Buenache, para por las pistas que conducen
por el embarcadero al alto del Sabinar y sin adentrarnos por ninguna
senda por miedo a los barrizales, llegar a la localidad de Palomera,
fotos de rigor aprovisionamiento de agua y por la carretera descender
hasta nuestra localidad, no sin antes y bajo la aportación de la
idea de cambiar el sentido de la ruta de hoy, ascender por toda la
ruta turística hasta la parte alta de nuestra ciudad para poder
hacer así una leve toma de contacto con el turismo, realizando
nuestro obligado paso por la plaza mayor en estas fechas semana
santeras, lastima el tiempo que nos ha acompañado en estos días y
que nos ha impedido el disfrutar de la considerada como más grande
celebración que se desarrolla en la ciudad.
Llegados a la parte
baja de la ciudad nos dirigimos a nuestro cuartel invernal
completando en total unos 58 kms, en los que gracias a nuestra enorme
habilidad conseguimos nuestro objetivo de embarrarnos lo menos
posible, poniendo punto y final con las cervecitas de rigor.
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