Día del sorteo de
navidad, como dice el refrán, debemos ser muy afortunados en el
amor, porque lo que se dice tocar, no nos ha tocado nada mas que de
perder lo jugado y este año si nos ha rozado, por aquello de que
cayó el gordo en nuestra ciudad.
Pues bien la noticia
la recibimos practicando nuestro deporte favorito, pero con la
desilusión de que nosotros no habíamos dado ni con el numero, ni
con la terminación.
Al igual que en
sábados anteriores en este anduvimos de igual manera intentando
sortear los embarrados caminos que nos condujeran nuevamente a
Villalba, allí nos dirigimos con la intención de poder degustar los
polvorones con los que hubiéramos sido agasajados con la consumición
del café matutino, pero este año nuestro amigo el Bigotes no esta
por la labor, lo que nos lleva a tomar la determinación de que en
nuestras próximas salidas buscaremos otros lugares donde los haya.
Nuestra aventura
comenzó por los caminos que nos llevan al alto de Embid bordeando a
la carretera que conduce a la sierra, aquí ya tuvimos que sortear
algún que otro barrizal, ya que en esta ocasión las temperaturas no
habían descendido lo suficiente como para que se mantuvieran
helados, después de descender dicho collado se decidió el
adentrarnos por el Chantre para coger el caminos de los cotos y la
senda de los pescadores hasta el puente de la finca de la ganadería
de Curro Fuentes, donde decidimos el retornar de nuevo a la carretera
del agua, la cual ya no abandonaríamos hasta llegar a la localidad
en cuestión.
Con el cafelito
tomado emprendimos nuestro viaje de retorno y al igual que en
ocasiones anteriores decidimos el adentrarnos de nuevo por los
pinares del área recreativa hasta la salida a la pista que lleva
hasta el aeródromo de Sotos, luego Mariana y vuelta por carretera
para ya en el puente de Valdecabras comenzar nuestra ascensión por
el camino o carretera de San Jerónimo o San Isidro hasta la parte
alta de nuestra ciudad, ya casi en lo alto de la ascensión fue donde
recibimos la noticia de que nuestra villa había sido agraciada con
el “gordo” en este sorteo extraordinario del sorteo de navidad.
Como eramos
conscientes del interés de nuestro compañero Juan de visitar el
belén de la hermanda de San Isidro al llegar a la altura del
cementerio hicimos una parada para que pudiera contemplarlo al mismo
tiempo que degustábamos los polvorones que allí si se nos ofrecen.
Después del generoso donativo retomamos nuestra marcha para
descender ya a nuestra sede invernal.
En total otros 57
kms., donde descubrimos que al igual que ocurre con el refrán “todos
los caminos conducen a Villalba”.
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