Por este motivo, sabia y acertada decisión de desplazarnos hasta Villalba, ruta invernal por excelencia, esta transcurrió a la ida por el camino del agua, con no demasiado esfuerzo y sin apenas enterarnos nos presentamos en dicha localidades.
Cafecito y tranquilidad, comprobado la gran aceptación que está práctica tiene también por una gran cantidad de veteranos compañeros, aficionados a la bici de carretera, que también hacen uso de estas salidas varios días a la semana.
Con el objetivo cumplido tocaba volver, tealizandolo por el camino del aeródromo, realizando la inmortal retrataura en carretera, frente al restaurante el Ventorro.
Vuelta tranquila y que acabó con la mitad de la banda abandonado el grupo por diversas causas San Masteístas.
En total fueron 55 kms. los pedaleados por Rubén, Mora, Tapi y Chule.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.