Poco a poco nos vamos adentrando en el otoño y vamos notando como la bajada de temperaturas en las madrugadas es cada vez pronunciada, en el día de hoy los cuatro chinches que nos hemos dado cita, hemos podido comprobar como en algunos tramos de la ruta, nuestros ciclocomputadores no alcanzaban siquiera la temperatura de 1º.
Puntuales comenzamos nuestra andadura dirigiéndonos por la ronda Oeste hacia el Campo Santo, para por la pista de detrás ascender Casasola, descender por la finca de Embid y llegar al área recreativa del Chantre, en este punto decidimos huir de la humedad del río y llegar a la Cañada Real por la senda del "club". Optando por continuar por la misma hasta alcanzar la vía de saca que nos baja hasta la carretera del aeródromo de Sotos, enlazando posteriormente con la pista que nos lleva hasta Villalba.
Parada casi obligada para tomar un cafetito e ingesta de la barrita reponedora, en esta ocasión en el bar de nuestro amigo Bigotes, breve charla y reanudamos nuestra marcha, iniciando el camino de vuelta tras una corta deliberación por el camino a seguir.
La decisión final fue la de volver por el merendero de Villalba, pinar de Sotos, aeródromo, Mariana, senda de áridos y del club, Chantre, senda de las raíces y camino del agua, puente de las Grajas y carril bici hasta nuestra ciudad, comprobando como en tan poco espacio de tiempo la temperatura ambiente puede oscilar tanto.
59 fueron los kilómetros que realizamos a un ritmo constante y bien llevadero, fácil de seguir en todo momento, poniendo el final del recorrido en la terraza del bar Kubo, al solecito.
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