Al igual que el
titulo de esta crónica así es como nos encontrábamos varios de los
integrantes de la ruta de este sábado, los que nos dimos cita
aprobamos y decidimos el alternar hoy alguna que otra senda para
poder hacer algo más amena la salida y huir de las kilometradas de
las anteriores jornadas.
Con la incorporación
de última hora de Dani, y la baja de Fernando, con la celeridad de
volver por parte del primero, optamos por dar una vueltecita por las
tierras que solemos transitar en época invernal.
Subimos por las
pistas que conducen a Chillarón paralelas al camino del cementerio y
la carretera que conduce a nuestra serranía, hasta llegar al puente
del alto de Embid, comprobando lamentablemente como la codicia de
algunos agricultores son capaces de ya no sembrar e intentar labrar
los caminos que atraviesan o circulan paralelos a sus parcelas, sino
que que también son capaces e levantar montones de arena al inicio y
final de los mismos, precedidos por alguna que otra zanja, un hecho
totalmente lamentable y que supongo que podrá ser denunciable.
Disfrutando de la
bajada nos presentamos en la curva que nos acerca a la orilla del
río, y por el área recreativa del Chantre a los cotos de pesca para
ir a enlazar la senda de los pescadores y llegar al mirador del
Verdijon.
Enlazamos con las
pistas de la Vereda para tras realizar un pequeño bucle descender
por la senda de la Discordia a la carretera de Mariana. Aquí en este
punto Dani nos abandona y el resto nos dirigimos al pueblo para
hacer una pequeña parada y tomar un cafetito, pero nos encontramos
con la desagradable sorpresa de que el bar donde solemos hacerlo se
encontraba cerrado y con un cartel anunciando su alquiler.
Tras reponernos de
tal trance, decidimos subir por la senda de la planta de áridos y
bajar por la del “club” para llegar al Ventorro y realizar allí
la infesta de nuestras barritas acompañadas con un café.
Reanudamos nuestra
marcha cruzando el área recreativa del Chantre nuevamente y cruzando
el río por el restablecido puente acceder al camino del agua, senda
de las raíces y dirigirnos poner rumbo a nuestra localidad, pero
como íbamos muy bien de tiempo nos vinimos arriba y llegamos al
acuerdo de subir por la pista que nos lleva a las antenas realizar la
entrada a nuestra ciudad por el castillo, para ya en la plaza mayor,
hacer una breve parada y saborear unas fresquitas cervecitas, el
punto y final a la ruta de este sábado no fué en este lugar, éste
se encontraba en la zona de la “U”disfrutando igualmente de otras
cervecitas, jejejeje.
En total unos amenos
y divertidos 49 kms realizados a ritmo Chinche y donde se comprobó
que la totalidad de los bikers estaban “de ferias”.
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