Impresionante la
jornada vivida este pasado sábado 8 de Junio donde pudimos disfrutar
de parajes, sendas y pistas increíbles que nos ofrecen la zona de la
la serranía alta por la localidad de Beteta y demás pueblos que
visitamos como participantes en la V edición de la Betetabikextreme.
Como no podía ser de
otra manera, comenzamos nuestra andadura de nuevo con otro no menos
impresionante madrugón, la hora las 6:30 AM., en esta ocasión
nuestro compañero y Lidel fue recogiéndonos uno a uno para una vez
juntos marchar hacía nuestro reto.
Durante el trayecto
hacia Beteta fuimos alcanzados por nuestro quinto hombre, ya que
debido a obligaciones profesionales tendría que abandonarnos antes
de tiempo.
Ya con nuestros
vehículos debidamente estacionados y con la ilusión propia de unos
jovenzuelos fuimos a recoger nuestros dorsales, con la tarea
realizada fuimos a tomar un cafelito, pero desistimos en nuestra
intentona y volvimos a los coches y fuimos debidamente aprovisionados
por nuestros compañeros Fernando y Juan Carlos, para entonces
también contábamos con la presencia de nuestro amigo Agustín, el
participo en el recorrido corto.
Ya desayunados,
cambiados y debidamente equipados fuimos hacia la plaza del pueblo
donde se encontraba la linea de salida, como la de llegada,
comprobando que poco a poco el pueblo iba cogiendo un buen ambiente
“bikero”, pues a la hora que nosotros salíamos eran muchos los
participantes del recorrido corto los que iban a recoger sus
dorsales.
Antes de la salida
fuimos saludados por Juanvi, y dos gansos Gerardo y José Andrés,
quienes vinieron a desearnos suerte, y ya bajos los acordes de la
música de AC/DC comenzó nuestra aventura, cabe resaltar que
partimos los últimos de todos los participantes.
Con algo de frío
partimos dirección Santa María del Val, pero pronto entraríamos en
calor al enfrentarnos ya con las primeras rampas del día, toda esta
primera parte del recorrido era totalmente desconocido por
nosotros, a los 9 kilómetros de recorrido ya nos encontramos con una
divertida e impresionante senda, (Willy como te hubiera gustado),
esta desemboco en la primera sorpresa de la mañana, pues tuvimos que
vadear un caudaloso río Cuervo, donde algunos decidieron descalzarse
para afrontar tal problema, y otro lo cruzo con toda la indumentaria,
ya después del refrescón comenzamos otro cuestarrón, y así, entre
subidas y bajadas, nuevos vadeos, sendas de subida y bajadas nos
presentamos en Santa María del Val, donde el recorrido de la corta y
larga se unían, para entonces y nuestro compañero Chema había
decido abandonarnos y continuar la aventura por delante del resto del
grupo, un valiente, si señor.
Pasado el pueblo
abandonamos la carretera para enfrentarnos a las que son las mas
duras rampas de todo el recorrido y que Fernando llevaba esperando y
temiendo al mismo porcentaje, aunque para porcentajes los de sus
rampas alcanzando en algunos tramos mas de un 23 % y que si al
principio de la misma no estuviera asfaltada casi que se podría
decir que no se subirían sobre las bicicletas, cosa que nosotros
solventamos con gran pericia, ya arriba del puerto, si digo puerto,
son mas de 6 kilómetros de subida, comenzamos a ser conscientes de
que lo que intentábamos realizar era algo muy duro, y no era por
darnos cuenta de que casi siempre eramos los últimos en llegar a
todos los avituallamientos.
Con la ilusión cada
vez mas mermada de alcanzar a algunos corredores tanto del recorrido
largo como del corto y por las mismas pistas, sendas, valles, etc,
por las que ya habíamos transitado en la edición anterior y con las
fuerzas ya algo mermadas también, nos presentamos en Cueva del
Hierro, donde para nuestra desgracia comprobamos que al ser los
últimos nos dejaron sin los sandwichs que al parecer hubo, también
fuimos apercibidos de que al llegar al punto de separación del
recorrido entre la ruta corta y larga, pudiera ser que nos desviaran
por la ruta corta a pesar de ir dentro del tiempo estimado para ello.
A pesar de llegar a
dicho punto totalmente acalorados por las ya altas temperaturas y
los kilómetros pedaleados, con el espíritu “Chinche” totalmente
renovado y después de subir las largas y duras rampas de Valsalobre
optamos por seguir el recorrido largo y de nuevo mas duros sube y
bajas , fuertes pendientes y brazos y piernas que comenzaban ha
acusar el esfuerzo realizado por el momento, nos presentamos en la
que para nosotros sería sin saberlo a nuestro últimos
avituallamiento en la zona de Carrascosa de la Sierra, donde por fin
pudimos degustar los anteriormente mencionados sandwichs, tanto de
jamón y queso, como de nocilla, aquí ya persuadidos por los
biciescobas que nos acompañaban, poco menos que comenzamos a sopesar
la idea de cortar por el camino mas corto para dirigirnos a nuestro
punto de partida y dejar los 15 kms. que nos restaban por completar
para otra ocasión, pero el ímpetu de nuestro compañero Mora nos
hizo dudar, pues él estaba dispuesto de completar el recorrido en su
totalidad, a su despacio o marcha, como él aventuraba.
Pero algo debió de
suceder durante el descenso, pues para alegría del resto, cambió de
parecer y también sucumbió a la idea del grupo de marchar por la
carretera hacia Beteta.
Gracias que tomamos
esa decisión, ya que de lo contrario hubiéramos andando cerca de
otras dos horas perdidos por nuevas cuestas o rampas que nos hubieran
llevado a una no menos dura y peligrosa senda, que ya con nuestros
cansados y doloridos cuerpos habrían hecho del final un autentico
calvario.
Ya cerca del pueblo
se produjeron los primeros calambres o tirones en la piernas de
nuestro compañero Mora, cosa que nos hizo demorarnos un poquito mas
y convertirse en la anécdota del día, al mismo tiempo que refrendo
a nuestra idea del abandono y que se convirtió en una gran y
acertada decisión.
Alcanzado el final de
nuestra aventura nos reencontramos de nuevo con Chema y Agustín,
haciéndonos saber nuestro compañero que él había optado por el
recorrido corto en la separación de Valsalobre.
Con nuestras
monturas a la vista y bien depositadas, mientras degustábamos las
diversas viandas y cervezas con las que eramos agasajados todos los
participantes poníamos punto y final a esta V edición mientras
comentábamos entre nosotros y otros conocidos las anécdotas del
día.
Permitirme el
felicitar a la organización de tal evento así como a todos los
voluntarios del mismo por su fantástica colaboración en la
elaboración de dicha prueba, esperando el poder participar de nuevo
el próximo año en la que esperemos sea su 6ª edición, aunque en
esta ocasión en la corta.
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