Salida correspondiente al sábado día 28 en el que nos dimos cita, contra todo pronóstico, hasta 6 Chinches y Pelones. Debido al puente que se disfruta en nuestra ciudad, alguno pensaba que la convocatoria de hoy tendría menos éxito, pero todos puntuales y dispuestos a disfrutar una jornada más de nuestro deporte favorito. Ante la falta de ruta preestablecida, caló con muy buena aceptación la propuesta de probar diferentes sendas, y hacer de esta manera “algo diferente” a lo que suelen ser nuestras etapas.
Así, ponemos rumbo Ronda Oeste hasta las inmediaciones del cementerio municipal y afrontar la primera subida de la etapa, ritmo bueno aprovechando la temperatura agradable de esta mañana casi veraniega. Llegamos a Casasola, para disfrutar de una más que conocida y rápida bajada para llegar al Chantre, y subir la senda de La Losa, a un ritmo muy bueno todo el equipo.
Reagrupación en la cima, primer y merecido descansito y foto de rigor, mientras decidimos nueva senda de destino.
En este punto hacemos caso a las recomendaciones de Rubén, más conocedor de sendas que algunos del grupo, que junto a los veteranos deciden el camino a seguir. Probando más sendas, de subida y bajada por la zona de la Vereda.
Ascensión ahora, donde los tres primeros se pierden, teniendo que hacer uso de nuestros dispositivos electrónicos para enlazar con el resto, sorprendiéndonos al encontrarnos el pequeño percance del compañero más alegre, tomándose como siempre Chema con humor su toma de contacto con todo tipo de pavimentos, como él mismo lo definió.
Risas aparte, y tras este pequeño susto, decidimos coger la senda del circuito que tanto gusta últimamente al club, disfrutando todos ellos y teniendo de nuevo un percance, esta vez mecánico, ya que Rubén tuvo la mala suerte de pinchar su rueda trasera. Percance que nos costó más de lo esperado, ya que la avería era más seria de lo inicialmente. Foto para la posteridad en la que se puede ver los miembros del equipo, trabajadores, funcionarios y gente con estudios, quien trabajaba para arreglar la avería y quien observaba (aprendía).
Para no demorar más la mañana, que ya hacía calor, carril bici hasta el barrio de San Antón y finalización de la etapa con el correspondiente (y muy merecido) refrigerio.
En total 60 km con 950 m de desnivel para Chema, Tapi, Chule, Rubén, Fran y Juan.